lunes, 6 de junio de 2011

origen de los apodos.....!!!!!!!!!!!

Origen de los apodos

Los habitantes de Cajamarca son mi dados  a poner apodos y sobrenombres; los cuales alguno de ellos, aunque no les pusieron con muy buenas intenciones, adornan a la persona; otros producen risa y otros, si son de muy mal gusto.
Así también algunos apodos quedaron por algún incidente sucedido y otros simplemente por la lengua larga que se tiene para insultar.
Así existe en Cajabamba una familia a cuyos integrantes se les dice los sheros; el padre es el señor “shero”, los hijos los “sheros”, y sus hijas las “sheras”. Muchos creen que así se apellidan: pero resulta que este sobrenombre  lo llevan desde que el padre de esta familia señor Luis E. Castillo Esquén tenía 5 años.
Cuentan que  en el primer año que fue a la escuela, sus padres muy ansiosos por saber cuánto había sacado su hijo en el primer examen le preguntaron: ¿Cuánto, sacaste en tu examen?, el niño muy triste responde: que pué: shero .- La gente que escuchó y que nada se calla, bautizaron al niño con el nombre de shero.
Existe un señor apellidado Iglesias: pero como es tan pequeño ya no le dicen señor Iglesias sino señor “Capillitas”.
A una chica de muy buenas formas y presencia; le dicen “quenas”, pero si usted pregunta porque, le responderán! que narizaza!
A una señora tan gorda, tan gorda le conocen como “ropero de tres puertas”. Y dos hermanas muy dadas a los pleitos se les conocen como “lio mayor” y “lio menor”.
A una señorita muy delgada se le llama “virgen de mantequilla” y, a un señor después de venir de la costa preguntaba, siempre por la familia de su interlocutor, se quedo como el señor “Familias” y a un señor que tenía su farmacia llena de cajas y pomos vacios le decían el “Nohay”, porque hasta cundo lo saludaban decía “Nohay”.
Así también a un señor que calzaba 44 de medida se le conocía como el “patelancha”, y aun enfermero que siempre, siempre preguntaba a sus pacientes si ya estaban jaques (sanos) se quedo como el “Jaque” y sus hijos los “Jaquecitos”.
A un profesor del lugar, le dicen “Atila”, porque por su culpa cerraron tres escuelas y en ultima que estuvo, como se sentía tranquilo porque la puerta quedaba hacia el camino y la gente que pasaba no miraba que no hacía nada, tapo la puerta de adelante y la abrió por detrás, de ahí se quedo como “Atila”  por decirle: A ti la chamba no te gusta.
A otro profesor que recién ha salido de la arca de Noé, le dicen “Nino”, porque cada vez que entra al aula no tiene ni nociones del curso.
Un muchacho de cabeza grande que llego al pueblo cuando iba a pasar el asteroide “Ikaro”, se quedo como tal.
A cuya señora que su marido que su marido lo visita anualmente le dicen “Unsha”, porque al año, al año lo tumban.
A otro señor le dicen “Champú usado”, porque es medio cojín.
A un personaje muy ocurrente de gran imaginación extravagante y que además hablaba muy bien el italiano y el ingles, le dicen “Tronado”, aunque de tronado no tenía nada. A él se debe la historia de un comerciante que según decían era tan pequeñito, tan pequeñito que un día se cayó de la enorme altura  de una vereda muriendo instantáneamente. Al ir al cielo se encuentra con San Pedro y este le dice, ¡Tu no puedes entrar!, en vida has sido avaro y amante delo placeres carnales. El comerciante, no dándose por vencido y viendo que un grupo de angelitos estaba entrando en ese momento al cielo debidamente formado el comerciante se alineo junto a ellos, y al estar justo por entrar, San Pedro nuevamente le dice: ¡Alto! Será pequeño, serás lampiño, pero esas pelotas no son de niño; así que afuera.
A un tipo que se emborrachaba y se sacaba la ropa y que en cierta ocasión le escondieron hasta los calzoncillos y así tuvo que irse a su casa lo llaman Don Adán. A uno que vendía sortijas a los campesinos lo conocían como el Tray tu dedo. A un policía  de raza morena que prestó sus servicios en esta provincia le decían “MRTA”, por “mono recién traído de áfrica”.
A un muchacho poco agraciado, lo conocen como trofeo por trompudo y feo.
A otro pata, que tampoco es muy agraciado le dicen “pelo de ombligo”. ¿Por qué?, pues, porque no es bello, ni pendejo.
Podríamos seguir enumerado una enorme lista de apodos, pero creo que para muestra, ya es bastante y para que se den cuenta que en Cajabamba la mayoría son puertas: todas las chapas lo hacen.

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